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| Escultura de La Carriona (C) Angel Armendariz |
Calle Carriona nº7, Avilés
Hoy nos iremos hasta Avilés, para visitar uno de los cementerios más bonitos de Asturias junto con el de Luarca. La visita a cementerios con una finalidad turística es una tendencia que ha cobrado fama en el mundo. Incluso existe la ruta Europea de los Cementerios, reconocida como itinerario cultural, por el Consejo de Europa en 2010. Está integrada por más de 63 camposantos localizados en 20 países, entre ellos, 22 cementerios españoles. De hecho, la mejor escultura funeraria de España del 2015 está en el cementerio de La Carriona.
En los últimos años, algunos han comenzado a organizar diversas actividades, desde visitas guiadas, conciertos, concursos fotográficos e incluso se organizan concursos para cementerios en España. En estos concursos se premia: mejor cementerio, mejor monumento, mejor historia, mejor actividad de puertas abiertas y mejor iniciativa medioambiental. Los cementerios son los nuevos museos, ya que realmente son los mayores museos al aire libre de las ciudades. Son lugares de memoria, espacios destinados al recuerdo de seres queridos y antepasados ilustres. Supone otra manera de conocer el pasado de las ciudades, pueblos, villas marineras… Son el reflejo del paso del tiempo y la sociedad.
Algunos yacen frente al Cantábrico, como el cementerio de Luarca; otros, como el de La Carriona, dan cobijo a personajes ilustres como Armando Palacio Valdés; también los hay que han sido fuente de inspiración para un rodaje de cine, como el de Niembro e incluso los hay que albergaba las tumbas de cientos de soldados musulmanes usados para combatir en la batalla del Escamplero, muy cerca de Oviedo.
Hace siglos los habitantes de Avilés, enterraban a sus difuntos en el interior de las iglesias y posteriormente en su entorno. En el siglo XIX el gobierno español – aduciendo normas de higiene y salud pública – dicta leyes para que los enterramientos en las poblaciones se hagan fuera del casco urbano de las mismas. Esto va unido a un cambio en la mentalidad, pues la sociedad acostumbrada a la visión de cadáveres y practicas funerarias, comenzara a ver estas actividades como algo desagradable. Y así el ayuntamiento se ve obligado, en 1813, a trasladar el cementerio municipal, a lo que eran entonces las afueras de la población, terrenos hoy ocupados por las escuelas de Sabugo. Pero la ciudad seguía creciendo por lo que el gobierno civil de Asturias de 1885 ordena clausurar los cementerios de Avilés, Miranda y San Cristóbal que eran los que prestaban sus servicios a Avilés y aledaños y construir una nueva acrópolis para la villa, en una zona alta y ventilada de la población conocida como La Carriona.
El cementerio, a diferencia de muchos otros, tiene un cerramiento de piedra que se combina con obras de rejería, permitiendo la visión del interior. En el interior, Bausá crea una distribución de rectángulo con una capilla en el centro que sirve de núcleo distribuidor de las principales avenidas del campo santo. Disponía de capellanía y conserjería, sala de autopsias, osario, depósito de cadáveres y “cementerio civil”. Los principales panteones se disponen en las zonas más visibles, cercanas a la capilla y a la entrada principal. La burguesía de la época pretende que, tras su fallecimiento, quede plasmado su poder económico y relevancia social.
Existen diferentes tipos de enterramientos: nichos, panteones o hipogeos (enterramientos en grandes criptas subterráneas), que es el tipo de enterramiento más repetido dentro del cementerio. Destacan esculturas como cruces, ángeles o la carga de elementos simbólicos como relojes de arena alados, calaveras o vidrieras de buena factura. Pasear por este cementerio deja constancia del nivel económico y social del que gozaban grandes personajes de la villa de Avilés. Muchos personales ilustres gozan aquí de un descanso digno de auténticos reyes. Podemos destacar:
- Enterramiento del Marqués de Teverga: Julián García San Miguel, Segundo Marques de Teverga, gestiono desde su posición la canalización de la ría de Avilés, la llegada del ferrocarril a la ciudad o la construcción de la nueva iglesia de Sabugo.
- Enterramiento de Palacio Valdés (1853-1938) aunque nació en Laviana, vivió en la villa avilesina desde su infancia por lo que quiso que se le enterrada en avilés.
- Enterramiento de Julián Orbón de Soto (Avilés 1925- Miami 1991), llegado muy joven a Cuba, fue un destacado musico, profesor y sobre todo compositor de música clásica. Autor de la tonada cubana “La Guantanamera”, una de las canciones más populares del planeta.
- Enterramiento de Jesús Castro González, hermano de Quini, y también futbolista (portero) desarrollo toda su carrera deportiva en el Sporting de Gijón, del que se retiro en el año 1985 por una hernia discal. Falleció como un héroe.
A la entrada del cementerio se encuentra un Monolito que junto con otros dos repartidos por Avilés, conmemora las Fosas Comunes de la Guerra Civil española instalados por el Principado de Asturias dentro del programa para la recuperación de la memoria histórica. Estos monolitos recuerdan a las víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista, asesinados y torturados en los citados emplazamientos. Los otros dos se encuentran en Llaranes viejo (en la Piñera). Actualmente el acceso a la fosa es complicado, por lo que se instaló en las proximidades. El último está cerca de la Quinta Pedregal, lugar de tortura y represión durante la Guerra Civil
En el centro del cementerio se alza una enorme cruz mandada construir por Franco en memoria a los caídos (no hay tumbas, solo es un recuerdo).La apariencia ennegrecida del cementerio se debe tanto a la humedad como la cercanía al mar y la gran industrial de la ciudad. A pesar de todo, pasear por determinadas zonas da sensación de estar en un auténtico museo por su monumentalidad, vidrieras, y esculturas de lo más variopintas.
La visita al museo debe ir acompañada del Centro de interpretación del Cementerio de La Carriona, un espacio expositivo pionero en España y de entrada gratuita. Podéis consultar los horarios aquí.
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