Monasterio de Corias (Parador Nacional)

Monasterio de Corias, s/n, 33816 Corias

Nuestra nueva parada es el Monasterio-Parador de Corias, Cangas del Narcea. Situado a 2.5 km de la villa cangesa, encontramos un Monasterio con iglesia renacentista y visitable. La visita consta de iglesia, sacristía y claustro noble con una duración de 45 min. Para poder entender ciertos elementos en el interior de la iglesia hay que tener en cuenta datos del origen del monasterio.

El monasterio se fundó en el siglo XI y tras la construcción de varias iglesias, en el siglo XVI se construye esta iglesia renacentista, junto a 2 claustros. En el monasterio, tiene lugar un incendio que prácticamente arrasa con la totalidad del edificio, se salvan la iglesia renacentista, su sacristía y la biblioteca del monasterio.
El edificio que nos encontramos a día de hoy es de principios del siglo XIX y se construye alrededor de la iglesia dejándola encerrada, enclavada intramuros. ¿Por qué? Por 2 cuestiones: uno evitar un choque artístico y el otro para proteger o resguardar mucho más la iglesia de cara a nuevos posibles incidentes.

En un principio se instala aquí la orden benedictina y en 1860 empieza a vivir en el monasterio la orden dominica. Dominicos que siguen con nosotros hasta nuestros días, pues quedan 3 dominicos en las dependencias del monasterio.

La fachada exterior es renacentista como la estructura de la iglesia. Como protagonista principal de la fachada se ve a San Juan Bautista, patrón de Corias. Si nos fijamos en los brazos, tiene tanto marcado los músculos como incluso las venas. En el interior podemos ver un San Juan Bautista de un estilo muy diferente.

La iglesia tiene un interior completamente barroco, con mucho color dorado y muchas formas retorcidas, algo que nadie podría imaginar viendo la fachada exterior. El altar mayor y los retablos laterales son del siglo XVII y realizados por la escuela de Valladolid, una de las escuelas más importantes de aquella época.

El altar mayor se divide en 3 calles, en la calle central se encuentra de nuevo San Juan Bautista y a un lado de San Francisco de Asís y del otro Santo domingo de Guzmán. No son los santos originales de esta iglesia, son dos santos cambiados por parte de la orden dominica. Cuando se encontraban los benedictinos, su lugar lo ocupaban Santa Escolástica y San Benito, precursor de la orden benedictina. Como terminación del altar mayor nos encontramos con la imagen del calvario, flanqueada por dos escudos. Un de ellos se trata del primer escudo que represento a España como reino unificado. El otro escudo, sin embargo, pertenece al escudo de armas de la familia de los condes fundadores, de los señores Piñolo y Aldonza, coincide directamente también con el escudo que se encuentra en el lateral contrario del altar mayor, ahí descansan los restos de nuestros condes. 

Cuenta la leyenda que Suero, el criado de los condes, tuvo tres sueños. En el primer sueño, un ángel desciende del cielo y le mete prisa para que comience ya las obras del monasterio. Suero se levanta extrañado, pero no se atreve a decirle nada a los amos. En el segundo sueño, cuatro ángeles que bajan del cielo y en cadenas de oro descienden el diseño final del monasterio para mostrárselo a Suero. Esta vez se lo piensa un poco más, pero le da miedo y no se atreve a ir a sus amos de nuevo. Es entonces cuando tiene lugar el tercer y último sueño. Vuelve a bajar el primer ángel, pero esta vez muy muy enfadado y le dice a Suero que hay que comenzar las obras del monasterio ya. En esta ocasión, le entrega una prueba divina, un tortazo que le deja la cara marcada al chico. Suero ya, tras esta prueba divina y por miedo a futuras pruebas de mayor envergadura, si se atreve a ir donde sus amos a comentarles los famosos sueños. Piñolo y Aldonza, le creen, no sólo por los cuatro dedos que trae marcado el pobre, sino porque sobre la construcción del monasterio solo se había hablado en la más estricta intimidad del matrimonio. ¿Cómo iba a saber el criado de las intenciones de sus amos? Esta leyenda está representada en los bajorrelieves del altar mayor.

No podemos olvidarnos de la sillería, tallada en madera de roble y de nogal. A ambos lados del coro tenemos dos órganos, uno de ellos el original, el que nació con la Iglesia y además, el que no funciona. Pero no funciona porque parte de sus piezas fueron trasladadas al otro órgano, que a día de hoy sigue tocando.

Bajo los órganos aparecen dos personajes se encuentran en una actitud como chulesca, provocadora, agresiva, brazos en jarra, facciones muy marcadas, cuerpo adelantado y están realizando una burla eterna a la orden monacal, pues se encuentran con las vestiduras realmente abiertas apuntando a los feligreses que se encuentran debajo disfrutando de la misa. Se trata de la representación de dos obreros que durante las obras de construcción del monasterio se enfadaron con los monjes por motivos de la comida y decidieron auto representarse a sí mismos realizando una burla monacal a la congregación eternamente. Pero, ¿Por qué los monjes mantienen a estos personajes en el interior de la iglesia sabiendo que responden a una burla? Porque los obreros tenían imaginación y eran muy pillos. Les dijeron a los monjes “no os gustan nuestras figuras, muy bien quítalas, quita esa y el órgano se te viene abajo, quitas esta otra y el arco de medio punto que alberga esta capilla lateral se hunde”. Entonces los monjes por miedo a perder parte de la estructura de la iglesia en la que tantos años y dinero habían invertido, deciden mantener los dos personajes en el interior, pero estudios recientes nos han revelado que no solo eran miedo sino desconocimiento, pues no supondría ningún tipo de problema eliminar estos personajes del interior de la iglesia porque son, únicamente, elementos decorativos.

La capilla más importante de toda la iglesia, el Cristo de la Cantonada. Un cristo de talla románica, que si no es la talla más importante del Principado de Asturias y parte del territorio nacional cerca esta de serlo. Se trata de un cristo realizado en un único bloque de madera, de punta a punta de los brazos mide 2,35 metros y de la punta de la cabeza a los pies 2,50 metros. Es un cristo románico, completamente desproporcionado y tiene una característica, que muy pocas tallas conservan: cristos representados en forma de cruz con los pies en paralelo, no uno sobre el otro. Hasta el románico se les representa con los pies en paralelo, a partir del románico, se pone uno encima del otro. En este caso, claramente tuvo que ver también con el equilibrio del peso de la talla, porque si cargamos de peso en un solo bloque de madera la parte inferior del cristo, posiblemente fuera mucho más difícil enclavarlo contra la pared en la capilla.

Lo que mas llama la atención de la sacristía son unas enormes cajoneras talladas en madera de nogal que rodean la totalidad de la sala. El tamaño de estos cajones se debían a que las vestiduras que se utilizan para dar misa normalmente están decoradas con algún bordado o puntilla en oro siendo la única forma de conservación, guardarlas totalmente estiradas. Aquí encontramos las tallas de San Benito y esta Santa Escolástica, los santos originales del altar mayor, que ocupaban en época benedictina el lugar de Santo Domingo de Guzmán y san francisco de Asís. 

Y finalmente, el claustro noble. Los monjes cuando recibían cualquier tipo de visita directamente les recibían aquí, en la parte más elegante, más bonita, más noble y de ahí su nombre. Se trata de un claustro de estilo neoclásico. Protagonista del claustro, el árbol, una araucaria. Las araucarias son originales de Chile.Fueron traídas por los monjes que se encontraban en misiones en la parte de Sudamérica.

Como llegar:

Podéis consultar las visitas guiadas al monasterio en este enlace. Para visitar la página web de Paradores y ver el resto de dependencias, podéis pinchar aquí. Para poder llegar a Corias, tiene que ser a través de autocar Oviedo-Cangas del Narcea, comprobando que el horario que queréis coger tiene parada en Corias. Podéis consultar los horarios y paradas en la web de Alsa, entidad gestionadora de la línea.